
La práctica habitual, además, fortalece los músculos, aumenta la capacidad aeróbica y la resistencia física y promueve la agilidad mental; consejos para evitar lesiones.
Jugar al tenis es mucho más que una actividad recreativa; es una disciplina completa que ofrece múltiples beneficios para la salud y el bienestar general. Según un estudio de la Asociación de Tenis de los Estados Unidos (USTA), esta práctica deportiva que mejora la condición física, supera en efectividad a ejercicios aeróbicos tradicionales en la quema de calorías, especialmente cuando se juega de forma competitiva.
Este deporte no solo fortalece el cuerpo, sino que también cultiva una ética de trabajo y la capacidad de afrontar desafíos al enfrentar los inevitables altibajos de cada partido.
Ángel Simeoni, profesor de tenis y preparador físico, afirma que esta actividad también da beneficios mentales: “Fomenta la autoconfianza, la motivación, el respeto, la disciplina, la responsabilidad y el manejo de las emociones. Estos aspectos son esenciales, ya que permiten enfrentar diversas situaciones, tanto dentro como fuera de la cancha”.
También, destaca que el tenis fortalece los grupos musculares, mejorando la coordinación y flexibilidad. A su vez, el incremento en la capacidad aeróbica permite aumentar la resiste.
(*)Lanacion.com.ar.